Imagina 
                  que, en tu comunidad de vecinos o en alguna asociación 
                  de la que eres miembro, pides consultar las actas de todas las 
                  reuniones celebradas en los últimos años y que 
                  te marean, te lo dificultan, te ponen pegas… hasta que 
                  amenazas con ir a los tribunales y, entonces, a regañadientes, 
                  te dejan verlas.
                 
                  ¿Sería una locura que pensaras que pasaba algo 
                  muy gordo y que te lo querían ocultar?.
                 
                  Evidentemente, no.
                 
                  Pues eso es lo que pensaba cuando consultaba, por fin, las actas 
                  de la Junta Permanente (esa que decide con bastante asiduidad) 
                  de nuestro COPC. 
                Y 
                  he comenzado a leerlas con avidez. Esperando encontrar pruebas 
                  de un delito terrible (quizás el nombre del asesino de 
                  JFK o la prueba de que el hombre no ha pisado la luna o alguna 
                  evidencia que vinculara nuestro Colegio con el caso Gürtel 
                  o…). 
                No 
                  es necesario ser experto en la mente humana para ser consciente 
                  de que dificultar el ejercicio de un derecho permite pensar 
                  cualquier maldad insana. Y eso, señores y señoras 
                  dirigentes del COPC, era del todo innecesario.
                 
                  ¿Por qué nos incitan a pensar mal?. ¿Qué 
                  necesidad había de que perdiera mi tiempo y mi dinero 
                  (no te cuento lo que cuestan los parkings en esa zona) cuando 
                  existen medios mucho más simples para hacer la vida de 
                  las personas colegiadas más cómoda?. Publiquen 
                  en nuestra web las decisiones que, en nuestro nombre, toman 
                  cada semana o cada quince días. Publiquen a quién 
                  contratan y por qué, con nuestro dinero. Informen de 
                  sus acciones, sensatas o absurdas, para que, nosotros, las personas 
                  colegiadas que mantenemos el COPC, podamos opinar, asentir, 
                  discrepar… 
                Tenemos 
                  derecho a ello. Aunque cueste mucho tiempo, dinero y (como diría 
                  mi madre) mucha mala sangre el ejercer tales derechos. Y eso, 
                  no debería de pasar.
                 
                  Este es el COPC que hay que cambiar. 
                ¿Qué 
                  había que ocultar?.
                 
                  Pues realmente nada y mucho.
                 
                  Intento hacer una síntesis de todo lo leído (once 
                  horas de lectura) y no lo consigo con facilidad.
                 
                  Queda una sensación de que nuestros dirigentes trabajan 
                  mucho. Abundan las referencias a reuniones aquí y allá, 
                  convenios con estos y los otros, no sé… mucho movimiento.
                 
                  No me queda muy claro, como colegiado normalito, de qué 
                  me sirve toda esa actividad. Pero… siendo benevolente, 
                  consideraré que alguna utilidad debe de tener.
                 
                  Sí me ha quedado la sensación de “ir a remolque”. 
                  Es como que la mayoría de las acciones se realizan porque 
                  ha pasado algo y hay que reaccionar, o alguien pide y hay que 
                  responder. No sé, una falta de rumbo. Como si se tratara 
                  de ir gestionando lo que venga. Que también. Pero sin 
                  iniciativa, sin programa. Les llaman y van. 
                Hay 
                  barbaridades, por supuesto. 
                Unas 
                  cuantas. Suficientes para rellenar 32 cuartillas de notas con 
                  cosas “singulares” desde el acta 377 de 16 de Enero 
                  de 2006 al acta 531 de 18 de Enero de 2010.
                 
                  También hay buenas propuestas. Que, desgraciadamente, 
                  se quedan en eso: en propuestas.
                 
                  No todo es basura. Creo que, sinceramente, nuestros dirigentes 
                  trabajan. Mucho. Ahora… cantidad no implica calidad.
                 
                  No te quiero agobiar. Voy a intentar hacer un resumen de las 
                  cosillas que huelen a chamusquina y te las ofreceré en 
                  otro mensaje. Si te interesa.
                 
                  De momento, un detalle simpático. Lo que un miembro de 
                  la Junta escribe sobre mí: “aquest tio no 
                  para de demanar coses i em col•lapsa” y “com 
                  podem constestar al Síndic explicant que Morata no para 
                  de demanar coses” (solicitando consejo a una asesora 
                  jurídica).
                 
                  Hace falta estar muy mal acostumbrado para quejarse de que alguien, 
                  que contribuye a pagarte el suelo, trate de ejercer sus derechos.