NouCOPC - Opinión

De Actas y Juntas (cómo superar una fobia)
Joaquín Morata. Col. 6247


 

 

En los pequeños flashes de lucidez retrospectiva que me vienen, alucino pepinillos alemanes al verme defendiendo la participación en Juntas.

Admito una alergia congénita a ese tipo de acontecimientos (sean del tema que sean)

Indago buscando respuesta a este cambio que me motiva en una dirección que hace años me producía una irremediable urticaria.

¿Será que he alcanzado la madurez civil y he llegado al punto de responsabilidad que convierte a un ser humano en participativo?. O… ¿será que lo que me hacen tragar es peor que el ricino y más temible que la urticaria?.

No tengo una respuesta clara. Por eso reflexiono en voz alta, buscando mis respuestas o esperando quizás las tuyas.

Te cuento…

En Febrero de 2007 solicité a nuestro Colegio Profesional que me enviaran copias de las Actas de las Juntas Generales de los años anteriores para tener una idea de cómo había funcionado la cosa esa de la toma de decisiones colegiales. Se me respondió que estaban a mi disposición pero que no se enviaban copias.

En Julio de 2008, después de haber intentado consultar las Actas sin éxito y seguir insistiendo, me envían las copias de las Actas que había solicitado.

Chupito de ricino con vodka = Movimientos peristálticos sin control.

Si en el 2007 no se enviaban copias y en el 2008 se envían copias… o en el 2007 se me tomó el pelo o en el 2008 alguien está incumpliendo una norma.

Si al menos encontrara (o me dieran) alguna explicación que aplacara mi dolor de tripas…

Consulto las Actas que me han enviado (del 2005 y 2006 antes del cambio de gobierno). Me llama la atención una cosa: número de colegiados que participan: entre 20 y 30 (de ellos, entre 17 y 20 son miembros de Junta de Gobierno). Vamos, que en alguna Junta General de Colegiados podía ser que sólo estuvieran miembros de la Junta, de las Secciones, de las sedes territoriales...

Comienzo a entender.

Seguramente era bastante cómodo dirigir un colectivo en aquellos tiempos en que las colegiadas y colegiados no se molestaban en asistir a las Juntas (alguna de las Actas que he recibido constan sólo de dos hojas). No había debate ni polémica.

Curioso que nadie haya celebrado el incremento de participación en las últimas Juntas y que incluso oyera en alguna ocasión algún comentario sobre que… si asistían más de cien colegiados había que suspender la Junta porque no cabían.

Voy entendiendo que cuando alguien se acostumbra a un modo de hacer (aunque sea un modo de hacer bastardo) se produce una mayor o menor resistencia a su cambio. Aunque ese cambio vaya en la dirección correcta de hacer.

Quizás esto explique algunos sinsentidos administrativos y conductuales que hemos estado viviendo en los últimos años (y muy especialmente en los últimos meses).

No me gusta la parodia fácil pero… mirando las cosas desde este punto de vista, me vienen a la mente algunas manifestaciones de personajes singularmente alejados de la realidad..., no sé… Idi Amin, un tal Pinochet, Iósif Stalin, Joseph McCarthy…

Por supuesto que no.

No estoy haciendo paralelismos personales. Estoy hablando de alienación.

Concretamente de “alienación política” que, en una definición de andar por casa (gracias a la wikipedia), vendría a querer decir que: pertenecemos al Estado. No todos somos iguales ante la ley. O, contractualmente aceptamos que UNOS SEAN MÁS IGUALES QUE OTROS.