NouCOPC - Opinión

Buena Gente
Por Joaquín Morata.


 

 

Buena gente.

Voy a robarle esta expresión a nuestro Decano. La utilizó en algún momento para referirse a que los/as profesionales de la psicología somos buena gente y el Colegio también y que no nos van a molestar con la inminente reforma del tema colegial a nivel europeo.

Nuestros dirigentes también son buenas personas. Yo soy rouseauniano radical y no quiero concebir el mundo de otra manera. Me gusta pensar que la gente es buena por naturaleza. Y si hace maldades o me daña es por alguna razón (incluida la ignorancia) pero no por maldad.

Cierto que la persistencia en la ignorancia me molesta y disgusta, pero no por eso dejo de pensar que, como personas, son buena gente. Como todos. Como tú y como yo.

Vamos, que la bondad no es excusa.

Y la ignorancia, menos.

Hay un dicho anónimo que dice: “Lo peor de la ignorancia es que… a medida que se prolonga, adquiere confianza”.

Y eso es ante lo que me encuentro.

Decano y Vicedecano, en dos momentos diferentes, y ya con los canapés en la mano, se atrevieron a afirmar que para presentar una moción de censura se necesitan las firmas del 10% de los colegiados.

La ignorancia es muy mala.

Sr. Vicedecano, me debe Vd. una cena.

Si el 10% de los colegiados lo solicita, se convocará una Asamblea Extraordinaria para tratar lo que les venga en gana (inclusive cambiar el color de las paredes) Art. 31 de nuestros cuestionados Estatutos. Pero para presentar una moción de censura no hay ningún requisito en nuestros Estatutos. ¡Faltaría más!.

Como ya intuyes, no se incluyó la opción de votar una moción de censura. Aquí no pasa nada.

No sé si pensará lo mismo el Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya. Porque ya no sé qué más hacer para cambiar las cosas desde fuera.

Lo gordo es que, en privado, todo el mundo me da la razón. Hay que cambiar el COPC de arriba abajo. Pero nadie hace nada… y, aún peor, tampoco dejan hacer.

En fin… No te voy a marear más.

Una Junta General que pasará a la historia porque el COPC se ha empobrecido un poco. Se aceptó por una mayoría extraña (los votos en contra y las abstenciones eran más que los votos a favor), un permiso para vender el local de Gran Vía por una cantidad que no cito y en la que no voy a entrar para no perjudicar a nuestro Colegio.

No entiendo la urgencia ni la necesidad de vender. Pero se decidió por esa mayoría absurda que no cuenta las abstenciones y hay que acatarlo.

Creo que había unos cincuenta asistentes. Algunas caras nuevas, lo cual siempre me hace tremendamente feliz. La mayoría, las caras de siempre, lo cual siempre me deprime. Miembros de Junta de Gobierno que no asisten, lo cual siempre me cabrea un poquito. Ambiente acogedor y familiar. Las Navidades son así.

Se aprobó el presupuesto del 2010. No nos subirán la cuota. No se subirán el sueldo (los que cobran). Y la evidencia de que nos gastamos sobre un millón de euros en sueldos (Juntas varias, Empleados y Profesionales al servicio del COPC).

Revelador que la cantidad presupuestada para las próximas elecciones (en Junio salvo cataclismo), sea la de unas elecciones como las de siempre. Es decir que, según el presupuesto, no se ha tenido en cuenta guardar una cantidad para contratar y formalizar el voto electrónico.

Las personas colegiadas, si no asisten a la Asamblea, no cuentan.

Nuestro Colegio profesional barre para adentro. Trata de gestionar sus problemas sin contar con las personas colegiadas. Es así. Y será así mientras las personas colegiadas no hagan nada. Y conste que el lunes era un día para quedarse en casa, algo que no se me ocurre recriminar a nadie.

Agradezco al Sr. Presidente de Clínica la información que, en privado, me proporcionó. Aunque le recuerdo que él es un cargo público, que cobra de mis cuotas, y yo puedo pedirle responsabilidades. Y no él a mí.

Agradezco también al Sr. Vicedecano la información que me proporcionó, también en privado, y que podría cuestionar mis afirmaciones sobre su incumplimiento del Código de Estilo. Digo “podría” porque no lo hizo por escrito o en Junta General, como solicité.

Lamento que los dos cargos mencionados pongan a la Comisión Deontológica como garante de la gestión administrativa de los cargos electos. Algo que, desde mi punto de vista, no es su función.

Y lamento, como siempre, esa tendencia a no dar explicaciones ante quienes deben darlas: las personas colegiadas reunidas en Asamblea.

Y lloro por esa endogamia, perenne para más señas, que perpetúa una forma de hacer que, desde mi punto de vista, ni beneficia a la profesión, ni a los/as profesionales.

Por cierto, quizás es por eso que esta imagen de los lavabos del COPC tiene sentido… (lo digo por aquello de no dejar que los malos olores se escapen).