Amigos 
                  para siempre…. Means you´ll always be my friend...
                Qué 
                  cantidad de cartulinas verdes aprobando cosas!!. En algún 
                  momento se podía pensar que nos íbamos a poner 
                  todos a bailar a Los Manolos… pero no, sólo ha 
                  sido un ligero espejismo producto del bochorno que nos envuelve.
                Vamos 
                  por partes.
                Lo 
                  primero, agradecer a aquellas personas (colegas, por supuesto) 
                  que se han molestado en acudir a una Junta por primera vez. 
                  O aquellas que, aunque veteranas, han decidido retomar el contacto 
                  con este sagrado acto en que la voluntad suprema de los colegiados 
                  y colegiadas se expresa en Asamblea. O lo intenta.
                Y 
                  ahora, con calma… y pasito a pasito (porque la cosa puede 
                  resultar farragosa) voy con mi crónica sobre lo ocurrido 
                  en la Junta Extraordinaria de 2 de Julio.
                Mucho 
                  amigo para siempre y mucho buen rollito pero yo debo comenzar 
                  con un tirón de orejas: señoras y señores 
                  de la Junta de Gobierno del COPC, las Juntas se convocan a una 
                  hora… y no está bien comenzar con retraso. Vuelvo 
                  a insistir en aquello de que si no cumplimos algo tan simple 
                  como un horario… no sé qué pensar de otras 
                  obligaciones más complejas. Comenzamos a las 8:45.
                Llamaba 
                  la atención la asistencia de Juntas Territoriales y Juntas 
                  de Sección casi al completo. Cuando eso pasa, se está 
                  cociendo una aprobación de algo… por pelotas.
                Sé 
                  que a algunos no gustará mi expresión ni mi intención… 
                  pero la cosa va así. Si la Junta de Gobierno necesita 
                  que algo se apruebe, utiliza sus recursos, y no hay nada que 
                  reprochar, para conseguir ese objetivo. En esa línea, 
                  se moviliza a todos los afines que ocupan puestos en Secciones, 
                  Delegaciones y demás para asegurarse una mayoría.
                Yo 
                  sólo lo constato.
                Sigamos…
                Ya 
                  sabes, lo primero siempre en cada Junta: lectura y aprobación, 
                  si procede, del Acta de la Junta anterior. Ahora, ya te lo comenté 
                  en la última crónica, ejercemos nuestra capacidad 
                  lectora de forma indiviual y libramos a la Secretaria de Junta 
                  del absurdo.
                Y 
                  después del tirón de orejas, voy con un aplauso 
                  a la secretaria de la Junta. Espera, esto es un pequeño 
                  lío que tengo que aclararte imitando a Cortázar. 
                  No es lo mismo Secretaría de Junta que secretaria de 
                  la Junta (igual que no es lo mismo el pié y el pié 
                  a la hora de intentar subir una escalera). La Secretaria (con 
                  mayúscula) es cargo electo y forma parte de la Junta 
                  de Gobierno. La secretaria (con minúscula) es personal 
                  del Copc y encargada, entre otras cosas, de elaborar las Actas 
                  que yo tanto he criticado.
                Pues 
                  eso, un aplauso a la secretaria de la Junta por la gran labor 
                  de concisión en la elaboración del Acta de la 
                  anterior Junta. 
                Momento 
                  para las enmiendas… Y como el Acta era una maravilla de 
                  concisión… pues nada, un para de detallitos y aprobando 
                  el Acta de la Junta anterior.
                Pasamos 
                  a lo importante.
                Piensa 
                  que, en esta Junta Extraordinaria, se ha jugado con tus dineros. 
                  Lo que se ha decidido puede afectarte en mayor o menor medida. 
                  
                Y 
                  ahora es cuando yo debo de currármelo para conseguir 
                  que te llegue la información de manera clara y no te 
                  agobies antes de tiempo.
                Al 
                  margen de sospechas y rumores de mala gestión, preguntas 
                  sin respuesta y respuestas impropias, de las que me he ido haciendo 
                  eco, la cuestión básica es que la cosa está 
                  chunga para la venta de inmuebles.
                Que 
                  nos cambiamos de local, ya lo sabes. Que todas las cuentas para 
                  el cambio de local se hicieron en pleno boom inmobiliario no 
                  es culpa (directa) de nadie. Que tampoco hay motivo para besarle 
                  el culo a nadie… también es un hecho.
                La 
                  cosa es que tenemos un agujerillo en las cuentas y en esta Junta 
                  se proponía cómo arreglarlo.
                Primero. 
                  Hay que vender el local de Gran Vía para pagar el de 
                  Rocafort.
                Pero… 
                  el precio que se pensaba de dos millones y pico hoy no lo paga 
                  nadie.
                Hay 
                  que bajarse los pantalones.
                Y 
                  bajarse los pantalones quiere decir que hay que encontrar alguna 
                  fórmula para intentar palmar lo menos posible. Fíjate 
                  que partimos de que “palmar” parece inevitable, 
                  dada la coyuntura inmobiliaria.
                Antes 
                  de seguir, creo que deberías pinchar AQUÍ y ojear 
                  las opciones que se iban a proponer en función de las 
                  distintas posibilidades de venta. Bueno, también puedes 
                  pinchar ACÁ. (te abrirá una ventana con un archivo 
                  pdf con las opciones que la Junta de Gobierno ha considerado. 
                  Lo ojeas y luego seguimos).
                Doy 
                  por hecho que ya lo has mirado, aunque sea por encima… 
                  porque si no… quizá no te enteres mucho de lo que 
                  sigue.
                La 
                  Junta de Gobierno hace su exposición.
                Durante 
                  unos interminables minutos se nos ofreció un trailer 
                  largo de la película “Vamos a tener un nuevo local”. 
                  Como corresponde a un trailer, nos vendieron una película. 
                  Aunque para mi gusto sobraba aquello de “cuánto 
                  sufrimos” cuando estás cobrando una pasta por hacer 
                  ese trabajo.
                Lucimientos 
                  al margen.
                El 
                  local ya no vale 2.400.000 euros. Ahora vale entre 1.300.000 
                  y 1.900.000.
                - 
                  Si vendemos por 1.900.000 los colegiados y colegiadas no pagamos 
                  un euro.
                - 
                  Si vendemos por 1.700.000 quieren que paguemos 16 euros más 
                  al año, durante veinte años.
                - 
                  Si vendemos por 1.300.000 nos proponen pagar 20 euros más 
                  al año, también durante 20 años.
                - 
                  Si no vendemos, habría que ir pagando 28 euros al año 
                  hasta que se venda.
                Este 
                  sería el resumen del cuadro ese que te he indicado un 
                  poco más arriba.
                Realmente, 
                  las cuentas a mí no me salen… ni con ábaco.
                Pero 
                  retomemos la Junta. Ya sabes de qué van los tiros.
                Lo 
                  primero que se proponía para su aprobación era 
                  darle autorización a la Junta para vender por 1.700.000 
                  euros o más, hasta Diciembre.
                A 
                  mí no me gustan esas autorizaciones tan abiertas. Y menos 
                  en el mundo inmobiliario en el que el dinero negro y las comisiones 
                  están a la orden del día. Ya te dejo clara mi 
                  postura.
                En 
                  ese momento se inició la participación… 
                  bueno, el intento de participación de los colegiados 
                  y colegiadas en el debate.
                Eduard, 
                  en nombre de la plataforma “Psicos per un bon govern”, 
                  de la que hay aportaciones colgadas en esta página, intentó 
                  mostrarnos una presentación en powerpoint con su análisis 
                  de la situación y su propuesta alternativa. Y hubo pegas.
                Y 
                  reconozco que no me gusta cuando me niegan conocer otras posibles 
                  maneras de hacer… 
                Durante 
                  unos minutos se volvió al debate de porqué el 
                  hermano de la novia de algún miembro de alguna Junta 
                  se había adjudicado las obras del local.
                Y 
                  vale, no hay que entrar en personalismos… pero sigo estando 
                  muy mosca con la actitud de esta Junta de Gobierno sobre este 
                  tema.
                Voy 
                  a poner un ejemplo: Yo llego a un puesto de poder. Y resulta 
                  que contrato, a dedo, al hermano de mi novia para diseñar 
                  la propaganda institucional. Alguien me pide explicaciones y 
                  mi jefe se niega a darlas aduciendo que se trata de una pregunta 
                  de carácter personal y que en ese terreno no se entra.
                Me 
                  parece perfecto. Eso quiere decir que puedo hacer cualquier 
                  acto contra el código ético, mientras lo haga 
                  por motivos personales, porque nadie tendrá derecho a 
                  preguntarme.
                Eso 
                  huele. Y más que oler, apesta.
                Desde 
                  mi siempre cuestionable punto de vista, los miembros de Junta 
                  de Gobierno no pueden esconderse en lo personal para negarse 
                  a dar explicaciones sobre los motivos de su gestión. 
                  Ocupan un cargo de una institución de derecho público… 
                  y quizá alguien debería recordárselo.
                Pero 
                  bueno… no se entró en ese tema… Y la sospecha 
                  sigue cabalgando sobre un mulo gris porque alguien se lo ha 
                  permitido.
                No 
                  perdamos el espíritu de esta crónica…
                Amics 
                  per sempre…. Means a love that will never end...
                A 
                  Eduard no le dejaron, de momento, hacer su exposición… 
                  y se pasó la voz a una compañera que apuntó 
                  que la compra del local de Gran Vía por parte de los 
                  colegiados también era una opción…
                Justo 
                  antes de comenzar la Asamblea/Junta, cambiaba impresiones con 
                  alguien que sugirió esa misma idea y que, mirando los 
                  números, era interesante.
                Pedí 
                  la voz porque, desde que recibí la documentación, 
                  había algo que no me encajaba.
                Y 
                  me quedé a gusto.
                No 
                  lo pretendía… y, sin pretenderlo, creo que puse 
                  algo en evidencia: la Junta no hace sus deberes.
                Mi 
                  comentario iba en la siguiente línea:
                Si 
                  vendiendo el local por 1.900.000 euros no tenemos que pagar 
                  un euro...
                Y 
                  si vendiéndolo por 1.700.000 acabaríamos pagando 
                  360 euros en 20 años, quizá saldría más 
                  a cuenta poner ahora 20 euros cada uno para llegar al 1.900.000 
                  y olvidarnos del asunto.
                Pues 
                  no se les había ocurrido esa idea.
                Más.
                Otra 
                  alternativa, inspirada en la aportación de la otra compañera 
                  y en ese “alguien”, es que si una de las opciones 
                  era pagar 16 euros al año durante 20… pues que 
                  compráramos el local los colegiados.
                Al 
                  menos, de ese modo, el dinero que pongamos no desaparecerá 
                  y enriquecerá nuestro patrimonio colegial.
                Admito 
                  que lo mío no es la gestión contable. Supongo, 
                  y espero, que alguien más versado en el tema podría 
                  hacer una aportación más concreta y clara.
                Lo 
                  único que yo veo claro es que si hay que poner pasta, 
                  ha de ser la menos y, puestos a poner, que tenga algún 
                  beneficio para los miembros del colectivo.
                De 
                  momento… y a modo de resumen antes de seguir con la segunda 
                  parte… La Junta de Gobierno del COPC, que cobra una pasta 
                  gansa por hacer un trabajo, no lo ha hecho tan bien como debería. 
                  Lo siento. 
                No 
                  es de recibo que yo reciba felicitaciones por plantear alguna 
                  propuesta que debería de haber salido de la propia Junta. 
                  
                Yo 
                  no cobro por eso. 
                Resulta 
                  que yo, igual que tú, pago… para eso.
                
                (Continuará)